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Acné adolescente: ¿Cómo tranquilizarle sobre el tratamiento?

¿Cómo hacer que tu hijo adolescente se mantenga motivado, aunque los tratamientos contra el acné no funcionen la primera vez?

Mi hijo adolescente tiene acné, hemos hablado de ello y la conversación fue muy bien. ¿Qué hacer para mantenerle motivado, aunque los tratamientos no funcionen la primera vez?

Si la comunicación es posible y su adolescente le escucha, es que tiene confianza en usted y que su ayuda será preciosa.
En efecto, el acné es una patología crónica, por lo que puede instalarse en la piel de su hijo durante varios años. Es entonces difícil permanecer motivado y mantener la confianza en los tratamientos, que no siempre son milagrosos.

¿Qué hacer? Ayúdele a mantener el rumbo.

Vuelva a motivar a su adolescente, intente comprender juntos porqué estas manifestaciones van para largo.

Documéntese con él para que comprenda lo que está pasando en él: el trastorno hormonal, las transformaciones corporales, la formación de los granos… Seguidamente, haga una lista de las preguntas que hará al dermatólogo o al farmacéutico, a fin de comprender mejor la acción del tratamiento en curso.
El tratamiento contra el acné es como una carrera de fondo. No se relajan los esfuerzos, ser serio en el seguimiento de su asunción es capital. Es necesario mantener el rumbo y creer en sí mismo. No bajar los brazos nunca (o lo menos posible). ¡Cuánto mayor sea la confianza en sí mismo, más bonita será la victoria! Ya que, si una cosa es segura, es que un día estas manifestaciones disminuirán y terminarán por desaparecer totalmente. El reto es pues moderar y controlar el periodo de disturbios cutáneos y acelerar la fase de desaparición.

Proponga a su adolescente llevar un cuaderno « mi piel y yo ».

Vea con él lo que parece importante: llenar este cuaderno cada día, anotar cómo se siente, cómo está su piel, si ese día ha ocurrido algún evento (a fin de hacer el vínculo con el mundo emocional), eventualmente lo que ha comido, si el tratamiento ha cambiado o si sigue siendo el mismo, si ha hecho deporte ese día…
Como en un diario íntimo, su adolescente completará cada día estas columnas para comprender mejor las reacciones de su piel.


Puede que descubra que las emociones fuertes o el estrés tienen un efecto sobre su piel. Que los excesos de grasa, azúcar, café y otros hacen aumentar los granos. O que, al contrario, cierta alimentación o actividad parece serle provechosa…
Aunque se pueden encontrar similitudes, cada uno reacciona de forma diferente a las diversas soluciones. Lo que es bueno para la piel de algunos no será siempre lo que mejor funcionará en la piel de otros. Nada mejor que intentar comprender lo que ocurre en uno mismo para optimizar el protocolo a utilizar y observar los resultados. Constatar la mejora del estado de su piel, semana tras semana, puede ser una buena fuente de motivación. Además, al escribir sobre él mismo, el adolescente se concede un espacio privilegiado, liberador y propicio para el bienestar. ¡Una garantía para mantener la motivación y la confianza en sí mismo!

Vean juntos los últimos avances científicos.

Tenemos la suerte de vivir en la era digital, en la que todos los datos son hoy fácilmente accesibles y consultables a través del mundo, mientras estamos bien tranquilos en nuestra casa. Los últimos datos científicos implican a la leche y a los alimentos azucarados en las manifestaciones del acné. Vea con su adolescente si su consumo no es excesivo.
Aproveche para hacerle hablar y reflexionar sobre su alimentación (¡la adolescencia no es el periodo más equilibrado en lo que respecta a las comidas!). Ayúdele a imponerse ciertos límites, ciertos objetivos (no más de un fast-food por semana, reducir su consumo de soda…). Aunque el impacto de esto sobre la piel no está garantizado, es cierto que una alimentación sana ayuda a sentirse mejor en su cuerpo y en su mente.
Busque también juntos lo que se aconseja hoy en términos de cosméticos, por ejemplo. Ayúdele a comprender el rol importante del equilibrio bacteriano para la piel, a elegir correctamente sus cremas dermocosméticas, a fin de ayudarle a favorecer la desaparición de los granos sin irritar la piel. Ayúdele a comprender por qué debe desconfiar y protegerse del sol.
En fin, ayúdele a cuidar de él, comprendiendo la importancia de los pequeños gestos elegidos y pensados del día a día.

Ayude a su adolescente a reducir su estrés.

En efecto, el estrés tiene un impacto no desdeñable sobre el acné, por lo que no puede ser olvidado en esta carrera de fondo. ¿Qué diría usted de compartir momentos recursos, tales como el yoga, la sofrología, la meditación en plena conciencia con su adolescente para ayudarle a encontrar la calma?
No solamente esto le ayudaría a controlar sus ardores y a conservar una mejor estima de él mismo, sino que además, dispondrá de soluciones para precaverse de los avatares de la vida.
Y esto será una buena ocasión también para compartir momentos juntos y mantener un vínculo privilegiado
de confianza y de consuelo, tan importante durante este periodo de desconcierto. Ya que, al lado de su presencia y apoyo, paciencia y perseverancia serán los mayores aliados para preservar la confianza de su adolescente y su estima en sí mismo.

En conclusión, abordar este tema no es fácil, ya que tenemos que entrar en la intimidad y en los sentimientos del adolescente a una edad en la que se emancipa y se individualiza. Pero es igualmente un buen medio para asegurarle que usted está ahí para ayudarle, para conservar un vínculo de confianza y abrir una nueva comunicación.
Su adolescente comprenderá que la paciencia y una mirada positiva sobre él, serán la solución óptima para afrontar esta transición hacia el mundo adulto.

Para hacer frente a las pruebas del día a día, su adolescente aún le necesita. Es por eso que DUCRAY se compromete a su lado. Descubra en ducray.com nuestros consejos de expertos y una oferta de cuidados reconocida y prescrita por los dermatólogos.
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