Tratamientos biológicos para la psoriasis: ¿qué son?
Son unos tratamientos innovadores y caros que se administran por vía inyectable y que deben conservarse en la nevera. Se trata esencialmente de los llamados anticuerpos monoclonales que actúan específicamente en una molécula de la inflamación, como puede ser el TNF-alfa o la IL-23, y más recientemente la IL-17. Al bajar los niveles de las moléculas responsables de la inflamación cutánea y/o articular, estos medicamentos reducen la actividad de la psoriasis.
Los tratamientos biológicos para la psoriasis están dirigidos a personas con psoriasis cutánea y/o articular en caso de fracaso, contraindicación o intolerancia a los otros tratamientos disponibles para tratar la enfermedad. El tratamiento debe iniciarse en un entorno hospitalario y supervisarse de cerca por un dermatólogo o reumatólogo, dependiendo del tipo de psoriasis. Las inyecciones suelen realizarse en casa, cada semana, cada dos semanas o incluso cada mes en función de los protocolos. Pincharse uno mismo no siempre es fácil, pero siempre podemos pedir ayuda a un ser querido o a una enfermera.
Los tratamientos biológicos para la psoriasis están dirigidos a personas con psoriasis cutánea y/o articular en caso de fracaso, contraindicación o intolerancia a los otros tratamientos disponibles para tratar la enfermedad. El tratamiento debe iniciarse en un entorno hospitalario y supervisarse de cerca por un dermatólogo o reumatólogo, dependiendo del tipo de psoriasis. Las inyecciones suelen realizarse en casa, cada semana, cada dos semanas o incluso cada mes en función de los protocolos. Pincharse uno mismo no siempre es fácil, pero siempre podemos pedir ayuda a un ser querido o a una enfermera.