La hiperhidrosis y la diabetes
Cuando se tiene diabetes, el nivel de azúcar puede bajar bruscamente en la sangre, lo que se denomina hipoglucemia. Esto suele provocar sudores fríos o una sudoración profusa, especialmente por la noche. Para combatir la falta de azúcar, el organismo secreta sustancias como la adrenalina y la noradrenalina, que activan los mecanismos de producción de sudor. De ahí que la diabetes y sudoración vayan a menudo de la mano.
La hiperhidrosis y las hormonas
La sudoración hormonal se presenta especialmente durante la menopausia, las mujeres pueden sufrir sofocos que suelen ir acompañados de sudores nocturnos caracterizados por una fuerte transpiración en todo el cuerpo. Estos resultan particularmente molestos, ya que pueden interrumpir el sueño.
La hiperhidrosis y las afecciones neurológicas
Algunas afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis en placas o el ictus, pueden ir acompañadas de hiperhidrosis. La mayoría de las veces se trata de patologías que afectan al sistema nervioso simpático. Como es el mismo sistema que se encarga de producir el sudor, se puede observar un síntoma de hiperhidrosis.
La hiperhidrosis y el consumo de alcohol
El alcohol aumenta nuestro flujo sanguíneo y los niveles de azúcar en sangre.
Por eso, existe la sudoración por alcohol. Nuestro cuerpo percibe el alcohol como una toxina, por lo que hace todo lo posible para deshacerse de él, a través del hígado, la orina o el propio sudor. Por ello, en caso de sudoración excesiva, es importante reducir el consumo de alcohol e hidratarse bien, especialmente durante y después del consumo de este.
Por eso, existe la sudoración por alcohol. Nuestro cuerpo percibe el alcohol como una toxina, por lo que hace todo lo posible para deshacerse de él, a través del hígado, la orina o el propio sudor. Por ello, en caso de sudoración excesiva, es importante reducir el consumo de alcohol e hidratarse bien, especialmente durante y después del consumo de este.