La alopecia femenina

Tanto si se trata de una caída ocasional como crónica, los factores desencadenantes de una alopecia femenina no resultan siempre fáciles de identificar.

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Contenido

¿Qué causa la alopecia femenina?

Tanto si es ocasional como crónica, la caída del cabello femenina es una afección que puede causar una profunda angustia psicoemocional. Pero, ¿qué entendemos por caída del cabello, entonces, teniendo en cuenta que, según los científicos, es normal perder entre 25 y 60 cabellos al día…? ¿Cuándo debemos alarmarnos y consultar para tratar esta patología?

La caída del cabello aguda y difusa es la forma más común. Se caracteriza generalmente por un aumento de la caída del cabello en fase telógena 3 a 4 meses después de exponerse a un factor desencadenante: estrés, cansancio, disminución de los niveles de estrógenos después del parto... En general suele hablarse de caída del cabello transitoria o reaccional. La que los dermatólogos llaman “el efluvio telógeno agudo” provoca una pérdida significativa de cabello en las mujeres, pero es completamente reversible y dura menos de 6 meses.

Esta caída del cabello aguda afecta a todo el cabello, aunque a veces lo hace más a nivel de las sienes. En comparación, la caída del cabello masculina sigue un patrón bien establecido: el cabello se cae desde la frente hasta la parte superior de la cabeza. Es lo que se conoce como la alopecia en los hombres. Su origen es mayormente hereditario.

¿Qué hacer ante la caída del cabello en las mujeres?

Ya sea aguda o crónica, la alopecia femenina difusa da la impresión frente al espejo de tener un cabello menos denso y una sensación de transparencia a nivel de las raíces.

Si bien, obviamente, hay que empezar por consultar a un dermatólogo, también se recomienda realizar una serie de pequeños y sencillos gestos para combatir eficazmente este problema fisiológico. Conviene adaptar su rutina diaria de cuidados capilares y tratar su cabello con delicadeza para no fragilizarlo más. También hay que procurar no utilizar con demasiada frecuencia aparatos que desprendan calor, como planchas alisadoras, rizadores de pelo y cepillos calentadores. Lo mejor es dejar de utilizarlos o, a lo sumo, espaciar su uso al máximo. También conviene saber que las vitaminas y los minerales desempeñan un papel fundamental en el ciclo normal del cabello, en particular en la renovación de las células de la matriz del bulbo capilar. Es primordial pues aportar la dosis adecuada de nutrientes y vitaminas (especialmente las vitaminas B2, B3, B5, B6, B8 y B9) a través de una dieta equilibrada o una cura de suplementos alimenticios. Esta última opción resulta interesante para aportar una dosis extra de vitaminas al organismo y hacer que el cabello se vuelva más fuerte y resistente.

La alopecia en las mujeres negras****: un fenómeno frecuente

Según un estudio presentado por la revista mensual estadounidense International Journal of Dermatology, un 11% de las mujeres negras se verían afectadas por la caída del cabello contra un 5% de las mujeres de origen caucásico. Esta caída del cabello intensa en las mujeres negras no es fisiológica sino mecánica. El cabello crespo se somete a menudo al uso de trenzas y extensiones. La reiterada tracción en este tipo de cabello afecta directamente al bulbo del folículo piloso, que resulta dañado y puede acabar cayéndose. Los productos químicos empleados durante el alisado permanente también sensibilizan el cabello afro, causando a veces una acusada alopecia femenina.

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