Los síntomas de la costra láctea

La costra láctea es una afección muy común y muy característica de los niños pequeños. Sus lesiones son típicas y fácilmente reconocibles, y por suerte sin gravedad para los niños.

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Contenido

La costra láctea es benigna

La costra láctea hace referencia a las formas leves a moderadas de dermatitis o dermatitis seborreica en los lactantes. La costra láctea suele aparecer en los recién nacidos, entre las dos semanas y los tres meses de edad. Es benigna y no causa ninguna molestia, pero a veces los padres pueden considerarla antiestética. La costra láctea puede eliminarse de forma natural con el tiempo. De no ser así, existen soluciones para tratarla y favorecer su eliminación, con el fin de evitar que las costras persistan o se extiendan.

¿Cuáles son los síntomas de la costra láctea?

Es fácil reconocer la costra láctea. En la mayoría de los casos, las lesiones son muy características y su médico de cabecera hará el diagnóstico muy rápidamente.

Las lesiones se caracterizan por placas eritematosas (rojeces) en la parte superior de la cabeza y junto a la fontanela (zona encima del cráneo anterior). Estas placas aparecen cubiertas de gruesas escamas (o células muertas) grasas, de color blanco o amarillo, que se adhieren firmemente al cuero cabelludo y se pegan al cabello.

Las lesiones pueden presentarse rodeadas por un enrojecimiento, apareciendo primero en la parte superior del cráneo y pudiendo después extenderse y, en algunos casos, fusionarse. Pueden incluso extenderse más allá del cuero cabelludo hasta la parte posterior de las orejas, las raíces de las pestañas y las cejas.

En algunos casos excepcionales, se puede observar un eritema rojo brillante asociado en la zona del pañal, en cuyo caso se habla de afección “bipolar”.

Recibe comúnmente el nombre de costra láctea por su similitud con el aspecto que adquiere la leche seca tras calentarse en una placa de cocción, aunque no tiene nada que ver con la leche ni con la dieta del bebé. Afortunadamente, la costra láctea no causa ninguna molestia ni incomodidad al niño y en la mayoría de los casos desaparece de forma espontánea al cabo de unas semanas o meses.

¿Cómo distinguir la costra láctea de la dermatitis atópica o la psoriasis?

Los síntomas de la costra láctea suelen posibilitar un diagnóstico fácil y obvio. Sin embargo, en algunos casos excepcionales, especialmente cuando la zona del pañal o la cara se ven afectados, puede ser difícil hacer la distinción con la dermatitis atópica o una psoriasis incipiente.

  • La dermatitis atópica suele ser distinguible porque rara vez hay escamas en la superficie de las lesiones y a menudo se acompaña de una alteración del estado general debido al picor y los trastornos del sueño.
  • En cambio, la distinción con la psoriasis puede resultar más difícil porque las placas suelen aparecer cubiertas por una capa de escamas, como las de la costra láctea. No obstante, en el caso de la psoriasis, las escamas son siempre blancas, mientras que en la costra láctea adquieren un color blanquecino a amarillento.

Su médico de cabecera o su pediatra se basarán en una serie de criterios, en particular los antecedentes familiares, para poder hacer la distinción y establecer el diagnóstico adecuado.

Las complicaciones de la costra láctea

También hay una forma particular y extremadamente rara de la afección denominada eritrodermia de Leiner-Moussous.

Se trata de una forma extensa de la enfermedad, que se manifiesta durante los primeros meses de vida. La erupción afecta a la zona del pañal, el cuero cabelludo, los pliegues del cuello, las orejas y los brazos. Las lesiones también son escamosas y amarillentas, pero no se produce ninguna alteración del estado general ni picor, se trata principalmente de una extensión de las lesiones.

El origen de esta patología es todavía desconocido, sigue siendo excepcional hoy día, y su evolución es casi siempre espontáneamente favorable.

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