En algunos casos, el motivo del picor en los pechos son simplemente las hormonas femeninas. Y es que los pechos son órganos sensibles a los cambios hormonales. El picor en los pechos es más frecuente en los siguientes casos:
También puede haber varias causas dermatológicas detrás del picor en los pechos. En este caso, el pecho puede presentar lesiones como placas rojas o granitos:
Por último, el picor en los pechos puede ser indicio de una enfermedad más grave. En concreto, a una forma rara de cáncer de mama llamada enfermedad de Paget del pezón. Al principio, la persona siente picor en la aureola y el pezón. La lesión en la zona del pezón es similar a la del eczema o la psoriasis, salvo que no remite con los corticoides tópicos y que, con el tiempo, incluso acaba modificando el pezón, lo que suele ser un indicio de que algo va mal. A raíz de nuevas pruebas, se diagnostica un cáncer de mama y se inicia rápidamente el tratamiento.
En resumen, el picor en los pechos puede obedecer a muchas causas, la mayoría no graves. Con todo, si una lesión a nivel del pezón persiste y luego se deforma el pezón, hay que consultar rápidamente.
Para empezar, hay que lavar los pechos con suavidad, sin frotar, solo con las manos: utilizar un jabón suave, un syndet o un aceite limpiador calmante, aclarar bien y secar con delicadeza efectuando toquecitos con una toalla suave de algodón.
Conviene llevar ropa interior cómoda de algodón, y quitar los aros metálicos de los sujetadores si es necesario.
También es aconsejable aplicar una crema hidratante calmante en los pechos todos los días después de la ducha, sin perfume ni sustancias nocivas.
En caso de picor en la aureola o el pezón, aplicar una pequeña compresa o un algodón antes de ponerse el sujetador ayuda a reducir el roce.