Como norma general, se puede tener picor en todo el cuerpo. Las principales causas del prurito son:
El picor en la espalda y el cuello puede explicarse por cualquiera de estas categorías. Sin embargo, hay ciertas afecciones cutáneas y no cutáneas que suelen relacionarse con el picor en la espalda y el cuello.
En lo que respecta al picor de espalda, las afecciones cutáneas como la psoriasis de la espalda y el acné de la espalda pueden acompañarse de lesiones en la espalda, sobre todo en la parte baja de la espalda y la zona lumbar en el caso de la psoriasis, y en la parte superior de la espalda y los hombros en el del acné. La psoriasis también puede aparecer en el cuero cabelludo, ocasionando picor en la nuca.
El picor en el cuello a veces puede obedecer a un eczema, tanto en los niños (eczema de los pliegues) como en los adultos (eczema “de cabeza y cuello”).
En ausencia de lesiones, se debe considerar cualquier prurito como sin materia .
Por otra parte, es importante recordar que diversos factores ambientales pueden influir en la piel y favorecer el picor de la espalda y el cuello:
En caso de picor en la espalda y el cuello, es aconsejable consultar al médico para encontrar la causa del prurito y establecer un tratamiento adaptado.
Además, conviene prever algunos cambios en su rutina diaria para limitar el picor en la espalda y el cuello: