La psoriasis en placas es la forma más común de psoriasis, representando en torno a un 80% de todos los casos.
Contenido
A veces se denomina psoriasis vulgar. Los signos clínicos de la psoriasis en placas son esencialmente unas placas rojas cubiertas de pequeños fragmentos de piel muerta denominados escamas, de modo que las placas son al mismo tiempo rojas por abajo y blancas por arriba. Estas placas son gruesas y ásperas, y más o menos simétricas a la izquierda y a la derecha. Las zonas más afectadas por este tipo de psoriasis son las zonas de fricción: los codos, las rodillas, la parte inferior de la espalda, las piernas, así como el cuero cabelludo, las uñas, la cara...
En los casos de psoriasis en placas, la sensación más mencionada por los pacientes es el fuerte picor asociado con las placas, que en ocasiones se extiende también a la piel de alrededor. Entre un 70 y un 80% de los pacientes sufre de picores. Las personas que no sienten picor también sufren molestias a causa de estas placas: sensación de incomodidad, de calor, tirantez…
La gravedad de la psoriasis en placas varía mucho de un individuo a otro: entre los criterios que permiten distinguir la psoriasis grave de una psoriasis más leve está, por supuesto, la extensión de las placas, así como la sensación que provocan en cada persona. A veces la psoriasis está ahí pero “no molesta”: lleva años o incluso décadas formando parte de la familia, así que uno se acaba acostumbrando a ella. Otras veces, aunque la psoriasis es menos visible y está menos extendida, nos “arruina la vida”. No podemos soportar cómo nos miran los demás, llevamos fatal lo de las escamas...
Es esencial expresar lo que uno siente para aprender a vivir mejor con la enfermedad a diario. De hecho, el impacto de la psoriasis en la calidad de vida es un criterio que los dermatólogos tienen en cuenta a la hora de decidir qué tratamiento elegir.
Piel con tendencia psoriásica
Piel con tendencia a la psoriasis