Si bien el trasplante de cabello es una solución cara y que a veces puede dar miedo, también es la forma más duradera y eficaz de combatir la alopecia androgenética.
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¿Lo ha probado todo en cuanto a cuidados para la caída del cabello se refiere? ¿No ha obtenido los resultados que esperaba? El trasplante o injerto de cabello es una alternativa terapéutica que permite a los pacientes afectados por la alopecia androgenética recuperar de forma duradera la densidad capilar perdida. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los resultados dependen del número de cabellos trasplantados en relación con la zona que se va a cubrir, de la calidad del cabello (en particular de su color y su calibre) y de las características de la zona receptora.
Durante los últimos años, los implantes capilares se han vuelto frecuentes entre las mujeres. Hasta hace poco, eran sobre todo los hombres los que recurrían a esta técnica de último recurso para cubrir las zonas despobladas del cráneo y luchar contra la alopecia. Se estima incluso que el número de intervenciones de trasplante de cabello en mujeres a causa de la alopecia androgenética (se estima que entre el 29 y el 42% de las mujeres se ven afectadas por la alopecia androgenética a lo largo de su vida*) se ha triplicado desde 2004. Varios aspectos de la vida pueden incitar a dar el paso: experimentar una profunda angustia psicoemocional así como verdaderas dificultades para peinarse, entre otros.
El trasplante de cabello es un procedimiento quirúrgico realizado bajo anestesia local por médicos o cirujanos especializados en medicina estética. Existen dos técnicas principales: una de ellas se utiliza para acabar con alopecias androgenéticas extensas y, la otra, para pequeñas alopecias localizadas.
* Fuente: Blume-Peytavi et al., 2011; Norwood, 1975