La caída del cabello y el estrés

Al igual que la piel, el cabello también es sensible al estrés. De hecho, no es extraño que se caiga tras sufrir un choque emocional. Entonces, ¿el estrés puede ser realmente una causa de alopecia en las mujeres? ¿A través de qué mecanismo fisiológico interviene en la pérdida de cabello? A continuación respondemos a estas preguntas.

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Contenido

¿Qué relación existe entre el estrés y la caída del cabello?

Efectivamente hay un vínculo entre el estrés y la caída del cabello, así como lo hay entre la caída del cabello y el cansancio. En el caso de la caída del cabello y el estrés, las neuronas cercanas a los folículos pilosos se activan, provocando la inflamación responsable de la pérdida de cabello. De hecho, se ha demostrado que en el cuero cabelludo las células sometidas a un estrés puntual o profundo liberan neurotransmisores (las sustancias P) que desencadenan una cascada inflamatoria aguda. Esta última tiene el efecto de inhibir y desajustar el ciclo capilar normal: el cabello pasa entonces a la fase telógena de manera prematura, lo que provoca una caída repentina y brutal entre 3 y 4 meses después de la exposición a un factor desencadenante. Se trata del efluvio telógeno agudo, más comúnmente conocido como caída del cabello ocasional o reaccional. Dura menos de 6 meses.

Caída del cabello debido al estrés: identificar los factores estresantes de la vida cotidiana

Nadie desarrolla un plan de ataque sin conocer antes a su oponente. Esta regla se aplica con mayor razón a la hora de querer frenar la caída del cabello tras una “liberación de estrés” y reactivar el crecimiento del cabello. No todos los tipos de estrés son iguales. Algunos pueden tener causas que conviene tratar a fondo con ayuda de un profesional de la salud. Por un lado está el estrés diario: problemas para conciliar vida laboral y vida personal, exceso de trabajo, cansancio, carga mental... Y, por otro, el estrés debido a un gran choque psicológico como puede ser la muerte de un ser querido. Ambos pueden tener un impacto desastroso en el cuero cabelludo y en el estado de salud de modo más general.

Caída del cabello debido al estrés: ¿existe un tratamiento “milagroso”?

El efluvio telógeno agudo requiere un tratamiento adaptado. A nivel fisiológico, para que un folículo piloso pueda crecer sano se involucran distintas etapas de proliferación celular intensa que requieren oxígeno y una gran cantidad de nutrientes que llegan a los folículos a través de los capilares sanguíneos del cuero cabelludo.

Recurrir a un tratamiento cosmético complementario, como los suplementos alimenticios a base de vitaminas y minerales, puede ser útil para estimular la regeneración del cabello tras sufrir una caída del cabello debido al estrés. La acción de los suplementos alimenticios, que intervienen a nivel interno, puede complementarse con simples cambios en su rutina de cuidado capilar, como el uso diario de un champú y un acondicionador específicos anticaída. Además, hay que procurar no agravar la situación huyendo de las prácticas capilares agresivas como el uso intenso de alisadores, de un secador demasiado caliente o de trenzados demasiado tirantes.

Hay que tener en cuenta que se necesitan unos 6 meses para obtener los primeros resultados de regeneración capilar tras sufrir una alopecia por estrés y que el cabello puede tardar entre 12 y 18 meses en volver a su estado inicial.

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