La sequedad de la piel es uno de los signos característicos del eczema ligados a la barrera cutánea degradada. Para atenuarla diariamente, el uso de cremas emolientes o hidratantes es parte integral del tratamiento. Aplicadas diariamente en todo lugar que sea necesario, permiten prevenir los brotes de eczema y la irritación de la piel.
Estos cuidados hidratantes permiten restaurar la función de barrera de la piel. Si es posible, hay que aplicar la crema de una a dos veces diarias, después de secar por toques con una gasa. Para evitar toda incomodidad en la aplicación para usted o para su hijo, se recomienda calentar previamente la crema en el hueco de la mano.*. En las zonas identificadas aplicar los dermocorticoides prescritos por su médico.
* Este es un consejo comunicado por la Association Française de l’Eczéma y la Fundación para la Dermatitis Atópica, para evitar las sensaciones de incomodidad en la aplicación de la crema.