La caspa en niños y bebés

La caspa es una afección muy común en los adultos. Es importante saber que suele aparecer durante la pubertad, bajo la influencia de las hormonas sexuales, y que rara vez aparece caspa infantil. En ocasiones, los más pequeños pueden experimentar síntomas similares, como la aparición de escamas en el cabello, picor o irritación en el cuero cabelludo. Pero ¿se trata forzosamente de caspa en niños y bebés?

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La caspa en bebés

La caspa en los bebés corresponde, en la mayoría de los casos, a lo que se denomina costra láctea o dermatitis seborreica del lactante. Se trata de una afección muy común. No es grave, pero suele preocupar a los padres porque puede resultar antiestética. Este fenómeno se desencadena principalmente por las hormonas de la madre transmitidas al bebé, que generan una hiperseborrea del cuero cabelludo y un fenómeno de descamación. El cuero cabelludo del bebé se encuentra fragilizado, así que es importante no arrancarlas con las uñas o el cepillo. En las farmacias hay productos disponibles en diversas formas galénicas, como champús, cremas, geles o emulsiones, que ayudan a eliminar estas costras. Además, hay que tener en cuenta que la mayoría de las veces esta costra láctea va desapareciendo por sí sola.

La caspa en el cabello de los niños

La caspa en los niños pequeños no es nada común.
De hecho, la sensación de caspa en el cabello de los niños suele ser el resultado de la confusión con una infestación de piojos en el estado larvario, es decir, el de las liendres.
Los piojos son una pesadilla para los padres y requieren un tratamiento rápido para eliminarlos.
Las liendres tienen un color similar al de la caspa, por lo que a veces puede resultar difícil distinguirlas.
De forma más aislada, la caspa infantil puede confundirse con la dermatitis seborreica, una afección benigna de la piel, pero que puede resultar molesta. Causa enrojecimiento, una descamación de la piel y la aparición de caspa grasa que, además de afectar al cuero cabelludo, también puede extenderse a otras partes del cuerpo, como el rostro o las cejas.
Una vez más, se trata de una afección muy poco frecuente en los niños.
Por último, no hay que olvidar que el uso de ciertos productos inadecuados (como la aplicación de un champú destinado a los adultos con cabello teñido o de productos no aptos para lavar el cabello) puede provocar la aparición temporal de caspa en bebés y niños como reacción a la exposición a un producto particularmente irritante para el cuero cabelludo.

La caspa infantil es bastante poco común en los niños y suele tratarse de una afección pasajera. Lo mejor es pedir consejo a un farmacéutico, que podrá recomendar siempre el champú más adecuado.

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