Las causas de la costra láctea

La costra láctea es una patología común en los lactantes durante los primeros seis meses de vida. Se caracteriza por la presencia de placas costrosas adheridas a la superficie del cuero cabelludo de color blanco a amarillo. No es una enfermedad grave, pero puede resultar embarazosa y antiestética para los padres.

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Contenido

Un origen desconocido

Las causas de la costra láctea aún siguen siendo desconocidas hasta la fecha. No se sabe por qué algunos niños la desarrollan y otros no. Y, a pesar de su nombre, la dieta y especialmente la lactancia materna (...) no guardan ninguna relación con esta patología. Por tanto, cambiar el tipo de leche infantil o pasar de la leche materna a la artificial no tendrá ningún impacto en la costra láctea. Además, a diferencia de lo que muchos creen, esta enfermedad tampoco aparece por una falta de higiene. Sin embargo, si se adoptan una serie de medidas a diario puede resultar más fácil eliminarla y limitar su propagación o la reaparición de más costra láctea.

Mecanismo de formación de la costra láctea

Aunque no conocemos las razones de su aparición en los niños pequeños, los mecanismos responsables de la aparición de la costra láctea sí que se encuentran bien identificados.

Un exceso de sebo

Entre las distintas causas de la costra láctea, cabe citar primero el exceso de sebo. El sebo es una sustancia grasa presente de forma natural en la superficie de nuestra piel desde la más tierna infancia. Es secretada por las glándulas sebáceas, que forman parte de la raíz del pelo o del cabello, tanto si ya ha crecido como si no. Es comprensible, pues, que la costra láctea aparezca principalmente en zonas ricas en pelo y, por ende, en glándulas sebáceas, también conocidas como zonas grasas. El sebo es secretado en exceso, produciéndose una hiperseborrea en la superficie de la piel y este exceso de sebo se debe en parte a las hormonas de la madre que se transmiten al bebé al final del embarazo.

Proliferación de una levadura

Un entorno rico en sebo favorece la proliferación de levaduras del género Malassezia. Se trata de una familia de levaduras presentes de forma natural en la superficie de la piel. Inofensivas en proporciones normales, estas levaduras se vuelven patógenas cuando se concentran en grandes cantidades. Causan una reacción inflamatoria específica que da lugar a un enrojecimiento y a una renovación acelerada de las células del cuero cabelludo y de la piel, provocando una descamación (desprendimiento de piel muerta) inusual y la aparición de escamas (residuos de piel muerta) en la superficie.

Medidas de higiene para la costra láctea

Aún no se sabe qué causa la costra láctea, pero la buena noticia es que en la mayoría de los casos, la costra láctea se elimina naturalmente con el tiempo. Tanto si se aplica un tratamiento como si no, se recomienda adoptar una serie de medidas de higiene simples a diario para facilitar su eliminación y prevenir su aparición. Hay diversas opciones disponibles:

● Si deseas actuar en la costra láctea de tu hijo, tienes dos posibilidades:

  • Aplicar un producto específico para tratar esta afección. En función de tus preferencias, puedes elegir entre distintos tipos de galénica: crema, emulsión, gel, loción o incluso cuerpo graso. Estos productos deben aplicarse antes del aseo para favorecer el desprendimiento de las costras. Después de un tiempo de aplicación más o menos largo, el cuidado debe enjuagarse con un producto contra la costra láctea o un shampoo suave diseñados específicamente para bebés o indicados desde la pequeña infancia para efectuar un lavado suave. Estos productos de aseo respetarán el pH de la piel del recién nacido sin irritar aún más.
  • También hay shampoos que actúan sobre la costra láctea y se enjuagan de manera clásica.

● Si prefieres dejar que la costra láctea se elimine naturalmente con el tiempo, sin recurrir a productos específicos, conviene lavar el cabello de tu hijo con un shampoo suave adaptado para no irritar su cuero cabelludo.

En ambos casos, el cabello de tu hijo debe cepillarse a diario. Hay que procurar usar un cepillo suave especial para no irritar aún más el cuero cabelludo.

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