La hiperpigmentación postinflamatoria es una forma particular de hiperpigmentación. Entender mejor en qué circunstancias se desarrolla esta condición permite tratarla mejor.
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La hiperpigmentación postinflamatoria es una de las principales causas de hiperpigmentación. Aparece tras una lesión o inflamación de la piel. Las condiciones en las que se produce son muy variadas: acné, eczema, psoriasis, lesiones, quemaduras, peeling, láser…
Cuando la piel sufre una agresión o una lesión, los mecanismos de reparación y de cicatrización de la piel van acompañados de una hiperproducción de melanina, que da lugar a la aparición de manchas postinflamatorias. Es como si la inflamación dejara una cicatriz hiperpigmentada.
La hiperpigmentación postinflamatoria tiende a atenuarse con el tiempo, pero algunas manchas pueden ser más persistentes que otras.
Todo el mundo puede verse afectado por la hiperpigmentación postinflamatoria, tanto hombres como mujeres, a cualquier edad. Las personas con la piel mate u oscura tienen más riesgo de desarrollarla.
La exposición al sol es un factor que agrava los síntomas de la hiperpigmentación postinflamatoria.
Evitar la hiperpigmentación postinflamatoria y la aparición de una cicatriz en forma de mancha oscura es cuestión de sentido común: tratar debidamente el acné, el eczema o la psoriasis; curar rápidamente las heridas o quemaduras; aplicar rigurosamente la crema recetada por el dermatólogo tras una sesión de peeling o láser; evitar toquetear las lesiones, rascarse, etc.
También es importante protegerse de las lesiones del sol aplicando una crema solar adaptada a su tipo de piel. Y no hay que olvidar proteger también las cicatrices del sol para evitar la formación de cicatrices hiperpigmentadas.
Si, a pesar de todo, aparecen manchas de hiperpigmentación postinflamatoria, suele ser necesario recurrir a un tratamiento dermatológico en forma de sesiones de láser o de peeling y a cuidados despigmentantes.
