Muchos tratamientos contra el cáncer, ya sea la quimioterapia, la radioterapia, la terapia dirigida, la inmunoterapia o una combinación de varias terapias, provocan efectos secundarios en la piel y el cabello. En particular, el picor es frecuente y altera aún más la calidad de vida de los pacientes. A continuación, indicamos a nuestros lectores algunos buenos hábitos que hay que adoptar en caso de prurito después de tratar el cáncer.
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El masaje es un buen método para aliviar el picor derivado de los tratamientos anticancerosos. Dependiendo de las necesidades y deseos de cada persona, se puede dar un masaje uno mismo, o pedir a un allegado o a un profesional que lo haga. El masaje puede realizarse en el cuerpo, la cara o el cuero cabelludo.
Bastan unos minutos para sentirse relajado física y mentalmente, y cuidar de su piel a diario gracias a los masajes.
El masaje puede comenzar en la ducha, con las yemas de los dedos, usando un aceite limpiador calmante. Se puede continuar en cualquier momento del día, empleando una leche hidratante calmante o un aceite vegetal. Se debe realizar de preferencia ejerciendo movimientos suaves y circulares.
Cuando las ganas de rascarse son demasiado fuertes, es difícil resistirse. En este caso, puede ser útil seguir una serie de trucos contra el rascado:
Cuero cabelludo sensible