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¿Qué hacer en caso de tener la piel seca con granos?

Tener la piel seca y granos es una especie de doble castigo. Entre la sensación de incomodidad y el aspecto antiestético, es difícil sentirse guapa frente al espejo. Afortunadamente, estos dos problemas se pueden combatir al mismo tiempo. A continuación le explicamos cómo.

Granos, piel seca… Al contrario de lo que muchos piensan, estos dos trastornos de la piel no son antagónicos. Estas pequeñas complicaciones cutáneas pueden instalarse rápidamente y arruinarnos la vida, ¡sin importar nuestra edad! La pregunta es: ¿cómo solucionar los dos problemas sin agravar la situación?

¿Se pueden tener granos debido a la piel seca?

Por lo general, se tiende a pensar que los granos proliferan en las pieles grasas, pero no siempre es el caso.

La sequedad cutánea fragiliza fisiológicamente la epidermis, que puede entonces convertirse en un caldo de cultivo para los granos. Las causas son obviamente distintas de las de la inflamación en la piel grasa. En el caso de la piel seca, los desencadenantes suelen ser factores externos: las variaciones de temperatura, el estrés, la contaminación, una mala alimentación, el uso de cosméticos demasiado agresivos... Pero sea cual sea la causa, el caso es que se produce y se entra en un círculo vicioso: la piel se reseca, su barrera cutánea se fragiliza, la pérdida insensible de agua se acelera y, al final, la función de barrera de la epidermis acaba siendo menos resistente ante las agresiones externas. La piel está tirante, se descama y pueden aparecer granitos. Se trata de una forma de acné inflamatorio que da lugar a la aparición de granitos rojos y pequeños quistes.

¿Cómo luchar contra los granos de la piel seca?

Librarse de la sequedad cutánea y de los granos es posible, siempre y cuando se cuide de la piel a diario.

La consigna de los dermatólogos es la suavidad. Hay que huir, pues, de los productos decapantes.

  1. Primera etapa: la higiene. Hay que lavarse la cara por la mañana y por la noche utilizando unos cuidados limpiadores suaves con un pH fisiológico, sin jabón ni agentes irritantes.
  2. A continuación, hay que aplicarse una crema hidratante especialmente adaptada a su tipo de piel. Lo mejor es escoger una crema formulada para responder a este doble problema. Esta aportará un doble beneficio: por un lado, proporcionará la dosis adecuada de hidratación para combatir la sequedad cutánea y, por otro, limitará la aparición de los granos. No dude en pedir consejo a un dermatólogo o a su farmacéutico a la hora de elegir el producto ideal, que satisfaga realmente sus necesidades.
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