Gestionar el estrés cuando se sufre de hiperhidrosis

La sudoración excesiva, también conocida como hiperhidrosis, puede tener un gran impacto en la calidad de vida y el día a día de quienes la padecen.

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Contenido

La sudoración, un mecanismo fisiológico

La sudoración es un proceso natural que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. El sudor sirve para regular nuestra temperatura corporal. Es, en cierto modo, un mecanismo de refrigeración. Durante el esfuerzo físico, la fiebre o el calor elevado, la sudoración entra en acción y permite a nuestro cuerpo mantener su temperatura a 37 °C.

La sudoración asociada al estrés

El estrés es uno de los factores que favorecen la sudoración. Se trata de una reacción inmediata del cuerpo ante estímulos emocionales como la ansiedad, el placer, la anticipación o incluso el miedo. La sudoración puede desencadenarse en toda la superficie corporal, pero se aprecia fundamentalmente en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies y la región axilar (axilas).

Las características más llamativas de la sudoración asociada al estrés son la rapidez de su aparición (si se compara con un episodio de sudoración inducido por el calor) así como el olor corporal más pronunciado que trae consigo.
A diferencia de la sudoración que permite regular la temperatura corporal, la sudoración emocional puede desencadenarse independientemente de la temperatura ambiente y en situaciones de estrés.

El estrés y su círculo vicioso

Cuando se sufre de sudoración excesiva, el estrés se convierte en un verdadero círculo vicioso porque mantiene por sí mismo el fenómeno de la sudoración.
Por eso es importante comentarlo con su farmacéutico o médico, con el fin de implementar un tratamiento para luchar contra la sudoración excesiva, así como para explorar diferentes métodos para aprender a gestionar su estrés y sus emociones. Existen varias soluciones, como la sofrología, la meditación o el apoyo de un profesional de la salud. Como es lógico, corresponde a cada cual encontrar la solución más adaptada a su persona.
Controlar el estrés y las emociones ayudará a evitar la hiperhidrosis.

(2) Stolman LP. Treatment of hyperhidrosis. Dermatol Clin 1998; 16: 863-9

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