La sudoración es un fenómeno normal
La naturaleza está bien hecha y nuestro organismo cuenta con su propio mecanismo de termorregulación. De hecho, la sudoración se secreta para enfriar el cuerpo. En cuanto una situación, como puede ser un calor elevado, la fiebre o un esfuerzo físico intenso, aumenta la temperatura corporal, empezamos a sudar inmediatamente para volver a los 37 °C.
Factores que favorecen la hipersudoración
Las causas de la hipersudoración no siempre resultan fáciles de identificar, pero se sabe que algunos factores favorecen la sudoración excesiva.
El estrés, las emociones fuertes, la ingesta de ciertos alimentos, la práctica de una actividad física intensa, el uso de ropa inadecuada o de zapatos que no dejan que los pies respiren lo suficiente son factores que pueden provocar una sudoración excesiva.
El estrés, las emociones fuertes, la ingesta de ciertos alimentos, la práctica de una actividad física intensa, el uso de ropa inadecuada o de zapatos que no dejan que los pies respiren lo suficiente son factores que pueden provocar una sudoración excesiva.
Llevar ropa adecuada
Las fibras naturales respetan más el fenómeno de la sudoración de la piel al permitir la circulación del aire. En cambio, el uso de fibras sintéticas o el poliéster hace sudar al impedir que la piel respire.
Por ello, en caso de hiperhidrosis, y para evitar la sudoración excesiva, se aconseja llevar únicamente ropa antitranspirante, es decir, de fibras naturales como el algodón o la lana.
Del mismo modo, a la hora de calzarse, es preferible hacerlo con zapatos antitranspirantes, que dejen a los pies respirar. En la medida de lo posible, conviene evitar las botas y los zapatos con suela de goma, ya que impiden que los pies respiren. Una buena opción es optar por zapatos de cuero o de lona. Por último, en caso de sudoración excesiva de los pies, no se debe usar el mismo par de zapatos dos días seguidos para que el calzado tenga tiempo de secarse.
Por ello, en caso de hiperhidrosis, y para evitar la sudoración excesiva, se aconseja llevar únicamente ropa antitranspirante, es decir, de fibras naturales como el algodón o la lana.
Del mismo modo, a la hora de calzarse, es preferible hacerlo con zapatos antitranspirantes, que dejen a los pies respirar. En la medida de lo posible, conviene evitar las botas y los zapatos con suela de goma, ya que impiden que los pies respiren. Una buena opción es optar por zapatos de cuero o de lona. Por último, en caso de sudoración excesiva de los pies, no se debe usar el mismo par de zapatos dos días seguidos para que el calzado tenga tiempo de secarse.