Las placas de psoriasis
La psoriasis en su forma más común se caracteriza por la presencia de placas psoriásicas más o menos grandes, bien delimitadas y conocidas como eritematoescamosas: se trata de placas rojas cubiertas por una capa blanca formada por piel muerta (las famosas “escamas”). Este aspecto tan particular de piel roja que se despelleja es el resultado de un mecanismo fisiopatológico que combina un desajuste del sistema inmunitario con el desarrollo de la inflamación y la excesiva proliferación y maduración de los queratinocitos, las principales células de la piel.