La costra láctea en la cara

La costra láctea en los lactantes es una patología muy común. Afecta particularmente al cuero cabelludo, aunque también puede aparecer costra láctea en las cejas y en determinados pliegues cutáneos.

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Contenido

¿Qué es la costra láctea de la cara?

Los pacientes cuyo rostro se ve afectado por esta patología dermatológica quieren saberlo todo sobre la costra láctea para acabar con ella lo antes posible. Para comprender plenamente las lesiones en la cara y su tratamiento, es necesario distinguir entre dos tipos de costra láctea: la que afecta a la cara de los adultos y la que afecta a la cara de los lactantes.

Por un lado está la costra láctea en la cara de los niños:

La mayoría de las veces se trata de una extensión de la costra láctea presente en las cejas y el cabello. La costra láctea no es una enfermedad grave, pero puede considerarse antiestética y resultar embarazosa para algunos padres. Su tratamiento es sencillo y se basa en el uso de cuidados recomendados por el médico o el farmacéutico, que permiten eliminar progresivamente las costras.

Y, por otro, la costra láctea en la cara de los adultos:

En realidad, no existe tal cosa. En los adultos, lo que puede parecer costra láctea es en realidad una enfermedad de la piel sin gravedad denominada dermatitis seborreica.
La dermatitis seborreica es una enfermedad que afecta al 3% de la población y principalmente a los adultos. A diferencia de la costra láctea en los niños, se trata de una enfermedad crónica que evoluciona a través de brotes.
Se manifiesta por la presencia de escamas grasas y a veces costrosas que pueden causar picor en la cara. Por supuesto, de un paciente a otro, y de un brote a otro, la extensión y la topografía (es decir, la ubicación de las lesiones) pueden variar, pero suelen verse particularmente afectados los surcos nasogenianos y las alas de la nariz.
La mayoría de las veces las lesiones son simétricas y en las formas severas la aparición de estas lesiones puede adoptar un aspecto eritematoescamoso, esto es, una placa inflamatoria y escamas grasas que en ocasiones presentan costras.

A día de hoy, no existe una cura para la dermatitis seborreica. Sin embargo, sí que se puede actuar en los síntomas y espaciar los brotes en el tiempo.
El tratamiento sintomático de la dermatitis seborreica de la cara consiste en aplicar un tratamiento antimicótico local para luchar contra la proliferación de una levadura involucrada en la enfermedad.
Si presenta algunos de estos síntomas, consulte a su médico de cabecera o a su dermatólogo para establecer un tratamiento adaptado.

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