Por qué me pica el cuerpo?
Las causas del prurito son muy variadas y a menudo de origen no dermatológico. En otras palabras, las causas del prurito no se ven forzosamente, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento.
¿Por qué nos rascamos? A continuación, presentamos un breve resumen:
El prurito dermatológico
En el caso del prurito dermatológico, la causa del prurito es una enfermedad de la piel. El picor viene provocado por lesiones cutáneas visibles. En esta categoría entran, por supuesto, las principales dermatosis inflamatorias crónicas, como el eczema, enfermedades menos conocidas, como el penfigoide ampolloso en las personas mayores, así como las alergias cutáneas y las dermatosis infecciosas que producen picor, como la sarna. Otros problemas cutáneos más específicos pueden ser la causa del prurito y el picor: por ejemplo, las quemaduras solares.
El prurito sine materia
Detrás de este término se esconden muchas causas del prurito, muy diferentes entre sí, pero que tienen en común un origen no dermatológico y la ausencia de lesiones cutáneas. Sin embargo, a la larga pueden aparecer lesiones como resultado del rascado. El prurito sin materia puede dividirse en varias categorías en función de la causa del prurito. Así pues, el prurito sin materia engloba todos los pruritos de origen sistémico (debido a enfermedades hepáticas, renales, tiroideas, infecciones, medicación, embarazo...), los de origen psicógeno (de origen psicológico) y los de origen neurológico (debido a daños en el sistema nervioso central o periférico, o a una compresión nerviosa).
El prurito senil
El prurito senil hace referencia al prurito que afecta específicamente a las personas de edad avanzada. La causa exacta de este prurito no se conoce con claridad, pero se sabe que ejerce un gran impacto en la calidad de vida.
El prurito gravídico
Los picores durante el embarazo son muy habituales. Suelen ser benignos, debido a cambios en la piel, que se encuentra más seca, sensible y estirada en ciertas zonas. Sin embargo, hay que tener cuidado con la colestasis gravídica, una enfermedad del hígado que provoca picores al final del embarazo, una alteración del equilibrio biológico y, en ocasiones, una coloración amarilla de la piel (ictericia). La colestasis gravídica requiere una supervisión médica especial para evitar posibles complicaciones materno-fetales.
El prurito acuagénico
En este caso, la causa del prurito es sencillamente el agua. La persona siente prurito, pero también hormigueo, sensaciones de ardor o incluso dolor, a los pocos minutos de entrar en contacto con el agua: con la ducha, el baño, los deportes acuáticos, la lluvia, el sudor... Este fenómeno se conoce como prurito acuagénico.
El prurito por medicamentos
Los medicamentos se encuentran entre las principales causas de prurito, pero los pacientes y los profesionales sanitarios no siempre piensan en ellos. Algunas moléculas presentan más riesgo que otras, y las hay de uso muy común, como los antibióticos o los analgésicos. Pero, ¡cuidado! Corresponde al médico decidir si se debe suspender un determinado medicamento. En general, y en el caso del prurito iatrogénico, no hay que interrumpir ni modificar ningún tratamiento por uno mismo.
La lucitis estival
Se trata de una forma particular de prurito dermatológico que aparece tras la exposición al sol. La lucitis estival benigna se presenta fundamentalmente en las mujeres jóvenes a nivel del escote y los antebrazos, mientras que la lucitis polimorfa afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las edades, en esta ocasión a nivel de la cara.
Las causas del prurito son muy diversas y a veces resultan difíciles de identificar. En la mayoría de los casos, consultar al médico ayuda a aclarar la situación y a adaptar el tratamiento.