¿Por qué me pica la espalda y el cuello?
Como norma general, se puede tener picor en todo el cuerpo. Las principales causas del prurito son:
- Dermatológicas: se trata de enfermedades pruriginosas de la piel, como el eczema o la psoriasis.
- No dermatológicas: se trata de los pruritos sin materia, sin ninguna lesión cutánea que los explique. Entre estos pruritos cabe citar el prurito sistémico, a causa de una enfermedad no dermatológica como la diabetes, una enfermedad hepática o renal, el distiroidismo; el prurito neurológico, debido a una lesión nerviosa; el prurito psicógeno, cuya causa es puramente psicológica; el prurito senil, que afecta específicamente a las personas de edad avanzada; el prurito por medicamentos, debido a la ingesta de un fármaco sistémico; y el prurito gravídico, que se presenta en las mujeres embarazadas durante el embarazo.
El picor en la espalda y el cuello puede explicarse por cualquiera de estas categorías. Sin embargo, hay ciertas afecciones cutáneas y no cutáneas que suelen relacionarse con el picor en la espalda y el cuello.
En lo que respecta al picor de espalda, las afecciones cutáneas como la psoriasis de la espalda y el acné de la espalda pueden acompañarse de lesiones en la espalda, sobre todo en la parte baja de la espalda y la zona lumbar en el caso de la psoriasis, y en la parte superior de la espalda y los hombros en el del acné. La psoriasis también puede aparecer en el cuero cabelludo, ocasionando picor en la nuca.
El picor en el cuello a veces puede obedecer a un eczema, tanto en los niños (eczema de los pliegues) como en los adultos (eczema “de cabeza y cuello”).
En ausencia de lesiones, se debe considerar cualquier prurito como sin materia .
Por otra parte, es importante recordar que diversos factores ambientales pueden influir en la piel y favorecer el picor de la espalda y el cuello:
- El agua dura o demasiado caliente.
- La exposición del cuello a condiciones climáticas como el viento y el frío.
- La exposición de la espalda a la sudoración, lo que puede favorecer el prurito.
- El estrés es un factor agravante del picor en la espalda y el cuello.
- La ropa también puede influir en la aparición de picor en la espalda y el cuello: llevar prendas demasiado ajustadas, materiales sintéticos, etiquetas, cuello vuelto, bufandas de lana...
- El uso de productos de higiene y de cuidado inadecuados, sin olvidar todos los productos capilares que pueden escurrirse por la espalda y el cuello al aclararse.