Calor, contaminación, sol, coloración… los cabellos sufren de frente las agresiones del día a día, y esto acelera su envejecimiento. ¿Cómo limitar los perjuicios y evitar tener los cabellos estropeados con el paso del tiempo? ¡Plan de acción!
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Si tiene costumbre de hacerse teñir las raíces o hacerse mechas, ya se habrá dado cuenta… la coloración acaba dañando la cabellera.
Para teñir o decolorar los cabellos, en función del efecto buscado, aunque existen cada vez más productos suaves, los peluqueros utilizan generalmente coloraciones químicas fabricadas a base de ingredientes más o menos « corrosivos ». Para fijar los pigmentos de color a la fibra capilar, estos productos separan las escamas que forman y protegen el cabello para oxidarlo. Resultado: los cabellos agredidos se vuelven secos, apagados y, a veces, incluso porosos.
Para limitar la agresión de los cabellos, se aconseja espaciar las coloraciones, pasar a las coloraciones vegetales y utilizar cuidados adaptados. Puede igualmente utilizar sprays o polvos que solamente tiñen la raíz. ¿Se lava la cara con gel de ducha? Pues para los cabellos teñidos es lo mismo, oriéntese hacia champús, acondicionadores y mascarillas formulados especialmente para el envejecimiento capilar.
Ya que, en efecto, es difícil escapar a la contaminación: según la Organización Mundial de la Salud, el 92 % de la población mundial respira un aire contaminado. Y si la contaminación tiene efectos nocivos para la piel, ¡puede imaginarse que ocurre lo mismo con sus cabellos! Polvo y micropartículas se depositan sobre su cuero cabelludo y sobre su melena sin que usted se dé cuenta.
El fenómeno es exactamente el mismo bajo el sol. ¿Se expondría usted al sol sin protección? Pues bien, tenga el mismo reflejo con sus cabellos. La oxidación inducida por estos 2 fenómenos estropea los cabellos y acelera su envejecimiento.
