Alopecia cicatricial: ¿cómo identificarla y tratarla?

La alopecia cicatricial es un tipo de alopecia localizada. Está causada por una inflamación del cuero cabelludo o puede ser accidental, como consecuencia traumatismos, quemaduras o radioterapia del cuero cabelludo. Por desgracia, la caída del cabello es permanente, y solo los implantes capilares o las técnicas de camuflaje pueden corregir el problema.

¿Qué es la alopecia cicatricial?

La alopecia cicatricial es una alopecia localizada caracterizada por la destrucción irreversible de los folículos pilosos de la zona afectada.

Las causas de las cicatrices son múltiples:

• Puede ser consecuencia de una patología inflamatoria del cuero cabelludo, ya sea ligada a una infección (bacteriana, vírica o por hongos microscópicos), o consecuencia de una patología inflamatoria más general de la piel (dermatosis). 
• Los accidentes, como traumatismos o quemaduras, pueden causar cicatrices en el cuero cabelludo
• La radioterapia en la cabeza y el cuello como parte del tratamiento del cáncer provoca alopecia cicatricial en algunos pacientes.

Síntomas de la alopecia cicatricial

La alopecia cicatricial se caracteriza por la aparición de una zona de piel cicatrizada, de aspecto liso y brillante, en la que no vuelve a crecer pelo. Su forma y tamaño varían según la causa de la cicatrización.

A diferencia de la alopecia androgenética, la alopecia cicatricial no pasa por una fase de miniaturización progresiva del pelo. 

Una forma específica de alopecia cicatricial es frecuente en las mujeres afroamericanas: la alopecia cicatricial centrífuga central. Su origen sigue siendo difícil de explicar. Las prácticas de cuidado del cabello muy rizado, con continuos trenzados, extensiones cosidas y aplicación de productos alisadores, parecen ser factores desencadenantes. La alopecia aparece característicamente en la parte superior de la cabeza y progresa de forma simétrica y centrífuga (de ahí el nombre).

¿Cómo reconocer la alopecia cicatricial?

La alopecia cicatricial se caracteriza por la caída del cabello en una o varias zonas del cuero cabelludo, que varía en gravedad según la causa y adopta diversas formas.

Aparecen placas rojas en el cuero cabelludo en caso de origen inflamatorio. El folículo piloso se destruye y se sustituye por una cicatriz fibrosa, dando a la piel un aspecto liso y brillante.

La alopecia cicatricial centrífuga tiene la misma distribución que la alopecia androgenética femenina. La ausencia de cabello miniaturizado y de orificios de folículos pilosos en la zona alopécica ayuda a orientar el diagnóstico.

Tratamiento de la alopecia cicatricial

Si la inflamación se diagnostica y se trata rápidamente, en los mejores casos se puede conseguir un rebrote parcial.

Cuando la inflamación es demasiado grave, o cuando la causa es accidental, el trasplante capilar sigue siendo la única opción de tratamiento para recuperar el pelo de la zona afectada por la alopecia cicatricial. Un criterio importante para la viabilidad de este injerto es que la zona donante para los implantes, en el cuello, no presente alopecia cicatricial. El implante capilar permite corregir la alopecia de forma permanente y con un aspecto natural.

Las técnicas de camuflaje, como el uso de peluca, diadema o turbante, o la pigmentación mediante microtatuajes semipermanentes, también son opciones interesantes para superar la alopecia cicatricial y mejorar la calidad de vida.