El ciclo de vida del cabello sigue un patrón muy preciso, dividido en tres fases: una fase de crecimiento (anágena), una fase de regresión (catágena) y una fase de caída (telógena). Pero puede estropearse, y es entonces cuando se produce la caída del cabello. Según el tipo de caída del cabello, el ciclo capilar se modifica de distintas maneras. ¿Cuáles son los distintos síntomas de la alopecia?
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También conocida en el lenguaje cotidiano como caída puntual u ocasional del cabello, el término científico para designarla es efluvio telógeno agudo. Existen distintos tipos de caídas reactivas, que pueden producirse en cualquier momento, dependiendo del cansancio, el estrés, la estación del año, el clima, los hábitos alimentarios o el equilibrio hormonal. La caída del cabello se produce repentinamente, y algunas personas pueden incluso experimentar una caída del pelo a puñados, suele durar menos de 6 meses. La alopecia se define como difusa, es decir, distribuida uniformemente por todo el pelo. Una vez identificado y eliminado el factor desencadenante, la evolución de la afección es siempre favorable, aunque el pelo puede tardar entre 12 y 18 meses en volver a su estado original.
En este caso, el mecanismo es hormonal y hereditario. No es infrecuente que este tipo de caída provoque calvicie en los hombres. De hecho, es la forma más frecuente de alopecia en los hombres. El 70-80 % de ellos se ve afectado a lo largo de su vida*. Síntomas: caída progresiva del cabello a lo largo de los años, caracterizada por pelo fino y pérdida localizada en la parte superior de la cabeza. La alopecia androgenética femenina tampoco es infrecuente. En este caso, muy raramente conduce a la calvicie, pero es responsable de una pérdida de volumen capilar y de densidad relevante.
Este otro tipo de caída crónica provoca una caída fluctuante que dura más de 6 meses. Este tipo de caída del cabello suele producirse en mujeres de entre 30 y 50 años que originalmente tenían un cabello sano, grueso y brillante. Las causas incluyen trastornos tiroideos, anorexia, deficiencia de hierro e ingesta de ciertos medicamentos. A diferencia de la alopecia androgenética, la caída del cabello crónica no conduce a una pérdida permanente o irrevocable del cabello. Síntomas que hay que (re)tener en cuenta: caída difusa del cabello que no es muy abundante pero dura más de 6 meses y puede provocar una reducción gradual de la masa capilar.
La caída del cabello es la pérdida repentina del cabello durante su fase de crecimiento, tras una interrupción de la multiplicación de las células del folículo piloso. El inicio es rápido, dura de unos días a unas semanas. Adopta la forma de alopecia difusa, que puede afectar a todo el cuero cabelludo. Este tipo de caída se observa principalmente tras la quimioterapia contra el cáncer o la exposición de la cabeza y el cuello a la radioterapia. También puede afectar a las cejas y al vello.
La alopecia androgenética se llama así porque es de carácter hereditario. La calvicie es la forma más frecuente de alopecia androgenética en los hombres. La presencia excesiva de hormonas masculinas (andrógenos, incluida la testosterona) modifica el ciclo natural del pelo acelerando su ritmo de crecimiento. Esta acción desgasta los ciclos pilosos más rápidamente de lo esperado: el pelo se vuelve cada vez más fino, miniaturizándose en una ligera pelusa hasta que deja de crecer y desaparece para siempre. Generalmente vemos alopecia localizada en determinadas zonas, en la frente y la parte superior del cráneo.
Esta caída del cabello crónica y difusa aparece gradualmente. Generalmente comienza justo después de la pubertad y se desarrolla gradualmente, estableciéndose plenamente entre los 30 y los 40 años. Los síntomas de la alopecia incluyen la caída del cabello leve pero progresiva en la parte superior de la cabeza, sin brillo y a menudo grasiento. En algunos casos, se produce caída del cabello con picor en el cuero cabelludo.
Una caída del cabello intensa, cabello fino, pérdida difusa de volumen capilar... Estos son los síntomas más frecuentes, y pueden ser los primeros signos de una caída del cabello temporal o más grave. Y más que su manifestación real, lo importante son sobre todo los momentos de la vida en que aparecen. Analizar los acontecimientos de los últimos meses y los hábitos diarios suele facilitar la identificación de la causa. Estrés, ansiedad, exceso de trabajo, choque emocional: todos estos factores pueden repercutir en la calidad y belleza de tu cabello.
¿Un cambio de dieta? Esto puede tener un impacto directo sobre el cabello. Las deficiencias de vitaminas y minerales pueden ser responsables de la caída del cabello.
¿Pelo que se cae como las hojas en otoño? Se trata de la caída del cabello estacional, provocada por las variaciones hormonales y la falta de luz en esa época del año.
¿Caída del cabello tras el parto? Probablemente se trate de un caso de caída del cabello "posparto", debido a los cambios hormonales observados durante este periodo. Se cree que afecta a un tercio o incluso a la mitad de las mujeres**.
¿Problemas hormonales? No es infrecuente que un exceso (o falta) de hormonas provoque diversos desequilibrios en el organismo, incluida la caída del cabello. El mismo fenómeno ocurre con los trastornos metabólicos, como la carencia de hierro.
En cada uno de los casos mencionados, para analizar con la mayor precisión posible los síntomas de tu caída del cabello, en cuanto aparezcan los primeros signos, consulta a tu farmacéutico, a tu médico de cabecera y/o a un dermatólogo especializado en cabello y cuero cabelludo. Aunque no todos los tipos de caídas requieren tratamiento con medicación, el objetivo principal es identificar el tipo de caída y su causa para poder tratarla con la mayor eficacia posible. La caída del cabello es un motivo frecuente de consulta dermatológica.
* Fuente: Blume-Peytavi et al., 2011; Norwood, 1975
** Fuente: Grover y Khurana, 2013
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